«No sabía que esperar, nunca había visto una videodanza adaptada al cine.
Fue como ir al Teatro Nacional, pero con palomitas»- Público asistente-
Este proyecto llevó más de 1 año con 4 meses en realización (desde pre-a-postproducción) y contó con la participación de 17 bailarines, juegos de luces, excelentes escenarios, encuadres, planos y un gran ritmo musical.
Arte dentro de arte, una producción costarricense que ha conseguido cuidar cada detalle con las más de 22 locaciones que fueron utilizadas, con respecto al vestuario, este fue seleccionado cuidadosamente para resaltar sus detalles con la iluminación utilizada.
Las coreografías pertenecen a Rogelio López, quien se arriesgó a mostrarlas en la pantalla grande, con la idea abstracta de romper la distancia que existe entre los bailarines y el público, es por ello que en Imágina, los directores han tratado de acerca al espectador a los detalles de este arte, buscando darle la sensación de está volando sobre el baile, o en el centro de este.
Prohibido adentrarse en el bosque, Cuerpos de la Barra y Érase una vez un Árbol son los tres actos dirigidos por Adrián Cordero y Roberto Peralta, en que se divide esta producción la cual trata temas como las relaciones personales, el luto y el miedo. La música utilizada es original, compuesta por los autores Carlos Escalante y Bernardo Quesada e interpretada por Keren Rodríguez.
Costa Rica probaba un nuevo género cinematográfico, llamado “Videodanza” y siempre surgen dudas ante las producciones nacionales, las cuales no suelen alcanzar las exigencias del público nacional. Sin embargo, ver largometrajes como Imágina, puede revivir la esperanza en la producción nacional.