Tres años han pasado desde la primera edición del Mercedes-Benz Fashion Week San José y con nostalgia recuerdo la tarde en la que contesté la llamada de Carlos Villalobos (R.I.P.) mediante la cual me ofreció el área de comunicación de tan esperado evento. Tres años han pasado y la emoción continúa a mi lado, de la mano de las sonrisas nerviosas de los diseñadores y la emoción de los asistentes, sensaciones que en conjunto experimentamos noche tras noche.
Buenos y no tan gratos momentos convergen en tres noches, en las que lo único que importa es el ahora y el que será, hecho que se traduce en la magnificencia de uno de los eventos de moda más importantes de la región. La primera noche de la tercera edición del Mercedes-Benz Fashion Week San José contó con la participación de Óscar Hernández y Jennifer Lang, dos grandes diseñadores nacionales que admiro por la humildad con la que acompañan su envidiable trabajo, los diseñadores internacionales Maaji y Sergio Dávila; y la marca comercial Lu by Lolita.
Maaji, firma de diseño colombiano fue la encargada de abrir la noche con una colección deportiva, perfecta para amantes del tenis, yoga, salir a correr o practicar skate; realmente una propuesta variada. Junto a ella, la presencia de pantalonetas para hombre reafirmó el carácter jovial de la marca, cuya mayor caracterización es la presencia de prints y color.
Posterior fue el turno de dos grandes diseñadores nacionales, cuyo talento solo podemos comparar con la trayectoria que desde ya plasman: Óscar Hernández (Toribio) y Jennifer Lang (J. Lang). Ambos se caracterizan por especializarse en el diseño de bolsos de gran calidad, dato que se vuelve relevante al considerar su inclusión de prendas dentro de la pasarela, Óscar Hernández presentó una colección para hombres de propuesta que no le temen al riesgo, menos al destacar con las prendas de vestir. Blanco y negro con pringues de rojo conformaron la paleta que nos cautivó a través de capas, chaquetas y prendas de vestir con alto grado de sofisticación; todas ellas acompañadas de bolsos con detalles vibrantes pintados a mano.
Por su parte Jennifer Lang nos llevó de cerca a conocer su gran trabajo manual en prendas cuya belleza desfilaba en forma de flecos, sublimados e intervención textil. Propuesta que refleja no solo una mujer fuerte y ambiciosa, sino también sensual, esto mediante el uso de accesorios cuyo movimiento onírico se volvía hipnotizante. La elegancia y el poderío de Jennifer Lang cobraron vida en una pasarela cuya paleta de color invitaba a debatir entre ilusión y sofisticación.
Lu by Lolita, marca comercial de origen Uruguayo sorprendió con un estilismo deconstruido y casi irreal, el cual estuvo a cargo de Mauricio Cruz y Annabella Prins. Una propuesta arriesgada, pero refrescante para ver sobre la pasarela, traducida en chaquetas amarradas y looks monocromáticos; realmente una forma diferente y más artística de ver la propuesta de consolidadas marcas comerciales.
Finalizando la noche, Sergio Dávila, diseñador de origen peruano, radicado en New York y traído por parte de S. Pellegrino nos presentó una colección diseñada especialmente para presentar dentro de la tercera edición del Mercedes-Benz Fashion Week San José. Tal como Dávila me comentaba horas antes de su desfile, sus colecciones proponen la fusión de elementos propios de las dos ciudades que habita: Lima y New York. El resultado, una mezcla refrescante de tejidos tradicionales con influencia cosmopolita; perfecto para hombres y mujeres que lejos de tomar riesgos prefiere mantenerse fiel al carácter atemporal del vestir.
La primera noche finalizó con el brillo del porvenir en las propuestas por los diseñadores restantes, los cuales y como verán en nuestras otras dos publicaciones, no solo sorprendieron por calidad sino también propuesta.
Fotografías por: Juan Caliva