¡Suave, delicada, glamurosa y a la vez poderosa! La primera vez que olí Chanel N°5 no sabía lo que esta fragancia significaba, menos su historia, ni la cantidad de ídolos que la habían hecho su insignia. Solo recuerdo que en sus notas encontré pasión y buenos momentos, instantes a los cuales me transporto con solo una estela de su esencia.
Con el tiempo descubrí su historia, me sumergí en los pilares de la Maison Chanel y comprendí no solo la imponencia de Coco, sino también la de reconocida propuesta de moda y afamada fragancia. Después de todo, ella siempre señaló que el perfume anuncia la llegada de una mujer y alarga su marcha.
Es por ello y mi vínculo emocional con Chanel N°5, que cuando me enteré que la fragancia había evolucionado me preocupé. Sin embargo, después de estar junto a ella descubrí en una explosión que todo aquello que creemos no puede superarse, lo hace. De la mano del perfumista Olivier Polge, Chanel N°5 L’EAU demuestra una arquitectura impecable, inspiradora y perfecta; una composición en la que se privilegian los aldehídos con perfume de cáscara de naranja y se renuncian a las tonalidades más metálicas. El resultado, un N°5 revitalizado que a la vez se mantiene fiel a su historia.
¡Y para celebrarlo, la Maison hizo a Lily-Rose Depp su imagen! Reflejo de dinamismo, libertad y poder. Una chica de tan solo 17 de años que ha logrado hacer a una industria rendirse a sus pies. Personificación perfecta de una millennial, una mujer libre y joven, que busca darse a conocer en este mundo como la icónica mujer de Chanel.
Yo me arriesgué a redescubrir Chanel N°5 y me enamoré… ¿Y vos?