«El único enemigo del ser humano, es él mismo»
Escrito por Juan Rojas Alpízar
jrojas@revistacupcake.com
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Con tan solo 18 años de edad, Gustavo Obando Vargas, cuyo seudónimo es G. Zéfiro, ya escribió el primer libro de su saga Eterna. Este autor ha sido el costarricense más joven en abordar el género literario conocido como Ópera Espacial.
A pesar de que la elaboración del texto le tomó seis meses, fue hasta finales del año pasado cuando logró realizar la impresión del mismo. “Tuvieron que pasar seis años de travesía para poder palpar mi libro, acá en el país es muy difícil conseguir apoyo si no tenés un nombre reconocido” relata el autor, orgulloso de contar ya con sus primeros 462 ejemplares.
Eterna busca cautivar al lector con una historia onírica y ficticia. En ella, se relata el futuro que le espera a la humanidad, producto de las cicatrices del pasado (nuestro presente). Bajo la premisa “todo lo que hagamos a los demás tarde o temprano se nos devuelve”, se presenta en Eterna una fuerte denuncia social, con la misión de hacer recapacitar al lector sobre el daño que le estamos haciendo a nuestro planeta y a nosotros mismos.
El texto ya está a la venta y puede ser adquirido en cualquiera de las cuatro sucursales de la librería Lehman con un costo de ¢6000 colones. El dinero recaudado con las ventas será destinado a la impresión de la segunda parte, así las personas que lo adquieran se convertirán en patrocinadores de este escritor nacional.
Costa Rica, país con talento pero sin apoyo
Nuestro país cuenta con incalculable talento artístico. Existen jóvenes tenaces que no se dejan vencer ante las dificultades y luchan por sacar sus proyectos adelante, contra viento y marea, porque el mundo no es tanto de los adinerados ni de los inteligentes, sino de los tenaces e insistentes. Uno de los objetivos de G. Zéfiro es servir de ejemplo para muchas personas que quizás tengan talento, pero que debido a las dificultades del camino se rinden.
G. Zéfiro desea inspirar a todas aquellas personas que por las adversidades no logran desarrollar y mostrar sus talentos. El escritor talentoso, que no logra ser publicado, el poeta que cree que sus versos son retrógrados, el músico que siente que no le da la suficiente vida a sus melodías, hasta al actor que se entristece al ver que no obtiene un papel que le satisfaga.
Es mucho el talento que se pierde día con día en Costa Rica, talento olvidado y nunca apoyado. Talento igual de bueno o mejor que el norteamericano, el europeo y el asiático, pero que en nuestro país no es valorado.