Tortura y tortura, entre la noche y la niebla…

«Sabemos que va a recordar… poco a poco»

Mauricio Rojas Zúñiga
mrojas@revistacupcake.com

Es un grito, es un llanto, es una sombra. Es una realidad que ellos viven y que nosotros ignoramos. La tortura en latinoamérica y en el mundo se repite día con día, víctima tras víctima, ocultas, ignoradas y camufladas entre miedo y sumisión de la sociedad.

«Entre Noche y Niebla» nos advierte que la represión, violencia, la falta de opinión y la injustificada sumisión mediocre de la sociedad es un peligro histórico que se va repitiendo en cada país, uno por uno. Es mejor darse cuenta de estas cosas, antes que nos suceda, antes que se vuelva normal. Creemos que vivimos en una sociedad diferente, que tal vez nuestra nación es diferente, sin embargo la historia demuestra que todos caemos en los mismos errores repetidamente.

«No me reprimen porque yo alzo mi voz,
sino que yo alzo mi voz porque hay represión» Sergio Masís

La obra relata una adaptación e inspiración de las yuxtapuestas y fuertes historias de secuestro y tortura de Matiza Urrutia (Guatemalteca), así como la vida de José Baravalle (Argentino), quien pasó de ser brutalmente torturado a uno de los torturadores más odiados de la historia argentina posterior al golpe militar de 1976.

Es un juego con la psique, ver quien juega, adivinar quien manda. La trama va involucrando al público de manera, que ansías saber el final. Quieres involucrarte en la historia, saber más.

Un extraordinario recurso de luces y proyecciones acompañan la obra teatral en su desarrollo, con una puesta en escena sencilla, refleja las cuatro paredes grises y el ambiente triste del confinamiento carcelario.

Dos actores, Luisa Echandi y Sergio Masís, abarcan el espacio teatral y aún más allá, en un espacio psicológico de luces y sombras, con unos saltos paralelos del tiempo que despiertan y atraen mayor atención a la historia lineal de tortura y juegos que se desarrola entre «María» y «José».

El torturador no es un «monstruo» con una naturaleza ajena
a la de cualquiera de nosotros, y allí radica el peligro de que
cíclicamente puedan repetirse los procesos históricos del horror.
Olvidar nos vuelve vulnerables, desconocer el pasado también.
Sergio Masís

La obra es íntegra, interesante y cautivante. El juego de luces, las proyecciones, las sombras, la música y sobre todo la actuación, hace que salgas del Teatro 1887 disfrutando de una obra bien diseñada y planificada con un mensaje claro de denuncia social.

«Entre Noche y Niebla» fue estrenada en México en el 2009, y ganadora de PROARTES 2010, este jueves 3 de febrero se presentó por primera vez en escenarios costarricenses, donde tuvimos el aprecio de observarla a teatro lleno, una obra teatral que regresa a su propio público: el tico.