Ciertamente mi tarde de lluvia perfecta está relacionada con un chocolate caliente, un abrigo y una buena película (en ocasiones cambio esta última por algún libro interesante), por lo que debo de admitir que la idea de atender compromisos sociales en estas me da un poco de pereza. Sin embargo desde hace un par de meses agregué a mi guardarropa una pieza clave, tan espectacular como el diseñador que la confeccionó para mí, se trata de una capa negra elaborada por Daniel Moreira.
Les cuento esto porque con el tiempo he descubierto que la mejor forma de disfrutar de la lluvia es con estilo y que las prendas más fascinantes son aquellas que combinan con las gotas y los paraguas, entre ellas las gabardinas o trench coats. De distintos colores y materiales, estas piezas se caracterizan por ser tan versátiles como para combinar bien con todo y resolver el dilema de qué ponernos por encima cuando la lluvia cae.
Los modelos más fáciles de llevar son aquellos más sobrios, tipo los de la tonalidad camel o el infalible negro. Pero si sos algo más arriesgado, te agradará saber que a lo largo de los años se han introducido texturas, cortes y materiales perfectos para reforzar nuestra personalidad en el vestir, ya sea que usés jeans o trajes.
A pesar de que para la concepción del costarricense promedio el uso de esta pieza puede estar sobrevalorado, portar un trench coat bajo la lluvia es sinónimo de actitud y buen gusto. Esto porque además de brindar la comodidad de poder caminar sin sentir la ropa pegada al cuerpo, hace destacar a su portador entre la multitud; se los aseguro, basta de un trench coat para atraer las miradas.
Así que les invito a probar y a divertirse incorporando este infalible en el guardarropa, perfecto para destacar bajo la lluvia con un perfecto streetstyle; Como punto adicional esta pieza será perfecta para atender los compromisos de diciembre y ser siempre el mejor vestido.