Hace algunos días asistí a la presentación de la nueva línea de planchas de cabello de Remington y la verdad quedé enamorado de la promesa de marca. Con seis nuevas alisadoras, la reconocida marca irrumpe en el mercado y hace caso omiso a los mitos, con la finalidad de hacer muchísimo más sencillos los momentos de belleza.
El cabello no se puede planchar mojado, los acabados perfectos son de salón, la plancha le quita el color al cabello, si el cabello está seco no se debe planchar… Son muchas las advertencias presentes en el mundo de la belleza, y Remington las tira abajo con estas novedades: Remington Color Protection, Remington sales de mar, Remington antifrizz, Remington Aguacate+Macadamia, Remington Terapia de Keratina y Remington Terapia de Seda.
Se acabaron los mitos
1- ¡Planchar el cabello teñido le quita color! Con la Remington Color Protection este problema se acaba, ya que esta alisadora de cerámica avanzada protege y mantiene el color.
2- ¡No podés plancharte el cabello mojado! Con la Remington Terapia de Sales Marinas se acaba esta complicación, ya que su tecnología absorbe la humedad y alisa en un solo paso.
3- ¡Solo una plancha profesional evita el frizz! Con la Remington Pro ion tener un cabello sin frizz es posible, gracias a que su tecnología puede hasta con el cabello más rebelde.
4- ¡Imposible planchar un cabello seco y maltratado! Con la Remington Aguacate + Macadamia, no solo es posible, sino que también con cada planchado se le devuelve vitalidad al cabello.
5- ¡Planchar el cabello necesita mucho calor! Con la Remington Terapia de Keratina las personas de cabello fino pueden lograr acabado envidiables sin maltratar su cabello.
6- ¡Solo los estilistas planchan bien el cabello! Con la Remington Terapia de Seda obtener un acabado de salón es posible, ya que su tecnología aporta suavidad y brillo al cabello.
Así que les invito a desafiar los mitos con la nueva línea de Remington, perfecta para cada necesidad. En lo personal, mi favorita es la de Terapia de Sales Marinas, ya que me ahorra la mitad del tiempo que antes me tomaba peinarme.